La palabra «Estraperlo» proviene del nombre de dos socios holandeses Strauss y Perlowitz que, durante la Segunda República, trajeron a España una ruleta eléctrica trucada.
Las autoridades se dieron cuenta y la prohibieron aunque, antes de percibir el truco, ya estaban involucrados personajes famosos relacionados con presidente del Consejo de Ministros.
Con lo que se quedó en la definición que da el Diccionario de la Lengua de la palabra «Estraperlo»: “Comercio ilegal de artículos intervenidos por el Estado y sujetos a tasas”.
Este término, comenzó a emplearse para designar el comercio clandestino de alimentos durante la postguerra.
Los especuladores ofrecían, a precios abusivos, los artículos racionados y que no podían ser encontrados con facilidad. Era la corrupción a gran escala en la que estaban involucrados agricultores y ganaderos, sobre todo, que ofrecían sus productos, casa por casa, hasta altos funcionarios y nacía así una red de tráfico de influencias que permitía hacer grandes fortunas.
En Extremadura, por lo tanto hubo este tipo de comercio en el Aceite de Oliva, que permitía a la zona sobrevivir en la pobreza de aquéllos años.